Month: octubre 2019

Hoy en día los hogares están llenos de padres o cuidadores desesperados, porque no saben qué hacer con sus niños y adolescentes. Muchos presentan comportamientos no deseados y además, no pueden entender que los ha originado, y mucho menos saben cómo solucionar el problema. Existen estadísticas alarmantes que hablan sobre una relación directa entre la falta de paternidad y los hijos con problemas. Sólo mencionaremos algunas:

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[skill name=”Niños que Viven en la calle” percent=”90%” color=”theme”]

90% De los que viven en las calles y huyen son de hogares sin Padres.

[skill name=”Violadores y Violentos” percent=”80%” color=”red”]

80% De los violadores y violentos son de hogares sin Padres.

[skill name=”Adolescentes embarazadas” percent=”71%” color=”theme”]

71% De las adolescentes embarazadas no han tenido Padre.

[skill name=”Problemas de comportamiento” percent=”85%” color=”theme”]

85% De los niños con problemas de comportamiento provienen de hogares sin Padre.

[skill name=”Adicciones” percent=”75%” color=”theme”]

75% De los pacientes en los Centros de abuso a las adicciones provienen de Hogares sin Padre.

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[blockquote border_color=”#ff9901″ bg_color=”#ffffff” effect=”none”][dropcap text=”Y” type=”default” txt_color=”#ffffff” bg_color=”#000000″]y su diseño de Paternidad lo hizo para suplir todas nuestras necesidades. El se pone como nuestro Padre y se hace un ejemplo, amándonos con un amor genuino e incondicional.[/blockquote]

Los padres ausentes no nacen solos. Aprenden, ya sea por imitación o por crianza. Es probable que tú no tuvieras un Padre y por eso no sabes serlo. Tú puedes llenar ese vacío porque Dios te ofrece ser tu Padre, él te enseña y también suple todas tus necesidades. Él es tu protector y es como un León feroz defendiendo a sus cachorros. Él alimenta tu vida con amor, con comunicación, con atención y con consuelo.

La paternidad es un esfuerzo que trae grandes recompensas y nos ayuda a crecer. Contribuye no sólo al bienestar familiar, sino también al de la sociedad.

No hay duda de que se requiere un auténtico esfuerzo, más bien, un sacrificio, para satisfacer las necesidades de los hijos. Indiscutiblemente, no resulta fácil darles lo que más necesitan: amor, tiempo y atención. Jesucristo dijo: “No de pan solamente debe vivir el hombre” Mateo 4:4.

Hay muchas razones para promover una mejor paternidad, pero no se puede obligar a los hombres, sino que se les tiene que enseñar que la paternidad es una experiencia positiva y enriquecedora, no importa cuán difícil sea, rendirá el mejor fruto que es la complacencia de tener hijos que le darán satisfacciones en todas las áreas.

Es hoy, más que nunca, que necesitamos “Padres Protectores”, padres que brinden una estabilidad económica, como también un ambiente moral y espiritual seguro. En nuestras comunidades existen peligros inminentes, necesitamos saber cuáles son los problemas que estamos enfrentando en los ambientes que frecuentan nuestros hijos.

Necesitamos “Padres Comunicadores”, que orienten, sean amigos y confidentes. El Padre debe ser un guía en la vida de su hijo. Ser el primero que le explique sobre temas controversiales como las drogas, el sexo libre, la masturbación, la fornicación, el robo, la brujería, entre muchos otros. Con la finalidad de que no sean otras personas ajenas quienes les ofrezcan esa información, como amigos, compañeros, o cualquier otra persona que ni conocemos.

Necesitamos “Padres Amorosos”, que manifiesten su amor de manera que ellos se alimenten y fortalezcan. Es necesario decirles “Te amo”, abrazarlos. También estar disponibles cuando se sientan mal y quieran hablar.

Papá, te invito hoy a decidir que tus hijos no van a formar parte de las estadísticas mencionadas, ni van a cargar toda su vida con el dolor de tu ausencia.

Deja de percibir la paternidad donde sólo la madre está a cargo de los niños. Se necesita a dos para procrear un hijo. También se requiere de dos para mantenerlos, para formar su carácter y su futuro. De ti depende que tu hijo sea un triunfador o un fracasado.

Nuestra imagen de lo que es -Ser Padre- depen- derá de nuestra experiencia. Los hijos venimos al mundo y dependemos por completo de nuestros padres terrenales. Por ellos sobrevivimos en lo físico principalmente, así como también en lo emocional y espiritual.

Muchas veces logramos crecer y ser fuertes, con buena salud y apariencia física, pero somos unos raquíticos emocionales; con hambre de amor, de atención y de protección. Es por eso que somos amargados, endurecidos y muchas veces somos incapaces de amar sanamente a otras personas.

Todo padre debe cumplir un papel integral dentro de la familia para que los hijos nos sintamos amados, protegidos y seguros. Es probable que tu padre no tuviera un modelo para seguir y simplemente no sabía serlo, así como tú ahora tampoco sabes.

Muchos no hemos tenido un Padre que haya cumplido ese rol y por eso vivimos en falta, siempre buscando algo que, muchas veces no sabemos identificar. Buscamos ese amor de padre en una pareja, en los hijos, en la posición social; y tristemente ninguno llena el vacío, porque el Amor de un Padre es único e incondicional. Nadie lo puede dar.

Si hoy entiendes que por cualquier motivo tu padre no fue el sustentador, protector o nutridor que debió ser, entonces puedes ir a quién puede suplir todas tus necesidades: DIOS EL PADRE, él te ama más que ese padre que te ha fallado y quiere ser la medicina para tus heridas. El tiene todo el amor para comprender tus tristezas y amarte tanto que te sientas completo. Dios es el Padre que puede suplir todas tus necesidades y cumplir los deseos más profundos de tu corazón; es capaz de llevarte a lugares de reposo después de haber vagado tanto por la vida en busca del amor perfecto.

Hoy es el día que Dios te dice: “Ven hijo mío, aquí estoy”. No desaproveches la oportunidad que con seguridad llenará tu vida. Hoy te invito a que recibas a Dios como tu Padre, él quiere transformar tu tristeza en gozo y cambiar tu lamento en baile. Solo dí; Jesús te acepto como único y suficiente Salvador. Borra mis pecados y enséñame a caminar en ti. Amén

El Señor está esperando por ti con los brazos abiertos. Estás a un paso, a una oración de distancia. Dios te espera para colocarte nuevos vestidos, para darte el puesto de hijo. A partir de ahora comenzarás a vivir en Victoria. Nunca más estarás solo porque él nunca te dejará, ni te abandonará.